El jurado de la II edición del Premi Internacional a l’Educació Vicent Berenguer ha hecho público su fallo y ha decidido dividir el galardón entre dos proyectos, otorgando 15.000 euros a cada uno. La decisión se ha tomado ante la alta calidad de las propuestas finalistas y el estrecho margen en las puntuaciones concedidas por los miembros del jurado.
Uno de los proyectos galardonados ha sido el impulsado por la Fundación Atabal y Cáritas Sierra Leona, que desarrollarán un centro polivalente para la formación y rehabilitación de jóvenes afectados por la droga Kush en la comunidad terapéutica de Makomba. La ayuda económica permitirá construir un espacio destinado tanto a talleres educativos como a formación profesional básica en oficios como carpintería, electricidad, costura o administración, además de servir como lugar para sesiones terapéuticas y de apoyo psicosocial. El impacto del proyecto se estima en más de 342.000 niñas y niños beneficiarios directos y más de 54.000 menores indirectos vinculados a prevención y rehabilitación.
La droga Kush se ha convertido en un grave problema en ciertas zonas de Sierra Leona, especialmente entre jóvenes y adolescentes, muchos de los cuales viven en comunidades afectadas por la pobreza y la falta de oportunidades. La dependencia de esta sustancia se vincula a factores sociales y económicos complejos, incluyendo las secuelas de años de guerra civil, la desestructuración familiar y la ausencia de recursos educativos y de empleo. En este contexto, consumir Kush se convierte en un mecanismo de evasión y supervivencia frente a la realidad de marginalidad, trauma y falta de perspectivas, lo que hace que los programas de prevención, formación y rehabilitación como el impulsado por la Fundación Atabal resulten especialmente necesarios y transformadores.
El segundo proyecto seleccionado está promovido por las Misioneras Clarisas en Sierra Leona, con el apoyo de la Fundación Milla 91 (España), y se centra en la ampliación y reforma de la biblioteca de la Escuela Primaria Nuestra Señora de Guadalupe, en Lunsar. El centro escolar solo dispone actualmente de un espacio muy reducido y deteriorado, con capacidad para veinte alumnas por turno. La dotación del premio permitirá convertir la biblioteca en un recurso educativo funcional, amplio y equipado, capaz de acoger aulas completas y mejorar el acceso a materiales de estudio para las niñas del centro. Cerca de mil alumnas se beneficiarán directamente y más de dos mil personas lo harán de forma indirecta entre familias y comunidad.
El jurado ha estado formado por el Pare Vicent Berenguer, José Ramón Gómez, Director Médico de Lepra del Sanatorio de Fontilles, el doctor Pedro Cávadas de la fundación Cavadas e Isabel Signes, presidenta de la ong Visió Sense Fronteres.
Este jurado ha destacado la calidad de las iniciativas presentadas y la dificultad del proceso de selección de este año, que ha recibido candidaturas de países como Ghana, Argentina o Mozambique, además de Sierra Leona. Isabel Signes, presidenta de la ONG Visió Sense Fronteres y miembro del jurado, explica que “hemos recibido propuestas de muchos países y querríamos dárselo a todos. Cuando ves lo que hacen y lo que quieren conseguir, te emocionas”. Añade que la decisión de repartir el premio en dos proyectos responde a que “quedaron muy próximos en puntuación y finalmente se decidió que dos fueran los beneficiados”.
Signes, que conoce de primera mano la realidad de Sierra Leona, subraya también la confianza en las entidades seleccionadas: “Yo he viajado muchas veces a Sierra Leona y conozco de cerca la labor de estas organizaciones. Eso nos da una garantía personal. El premio es precioso porque todos ponemos un poquito y, al final, se puede hacer algo bonito”.
Esta segunda edición consolida la vocación del Premi Vicent Berenguer de apoyar la educación como herramienta de transformación social, especialmente en países en vías de desarrollo y en contextos donde la pobreza limita el acceso a oportunidades formativas. La organización destaca que el hecho de repartir la dotación en dos iniciativas refuerza el impacto del galardón y multiplica sus beneficios sobre la infancia y la comunidad.